Mero Méx, “La Malinche”
Desde el mismísimo corazón de puebla, haciendo base en el Sillón de Fidel, nos tomamos un bondi = bus y nos vamos para Tlaxcala a visitar a Javier, para que nos cuente la particular historia de la Malinche que hizo popular a los Tlaxcaltecas, vamos a recorrer haciendas, comer, beber y como broche una noche de cortesía en la Hacienda la Malinche.
Vas a conocer un poco de historia Mexicana Tlaxcalteca , te vas a quedar con frases épicas y vas a saber porqué el Maiz y el Pulque no tienen madre, de la mano de un excelentísimo anfitrión como Javier.
Vamos a recorrer, la hacienda Soltepec, desde el corazón su cocina, sus habitaciones y cada rincón mágico que la envuelve, vamos a probar comidas típicas y nos vamos aventar a pasar una noche en la hacienda encantada, la Malinche.












Al llegar a la ciudad de Tlaxcala , no perdimos el tiempo y mandamos pic and pic retratando esta ciudad que a primera vista impacta por su arquitectura española.
Nos encontramos con Javier en el zócalo= plaza, y de ahí nos fuimos directo al museo, para saber quien era la famosa Malinche y cual es la historia de los Tlaxcaltecas.







Javier, junto a su familia es propietario de dos haciendas, la primera que fuimos a visitar fue la hacienda Soltepec donde nos deleitamos con la cocina tradicional poblana.
Mientras íbamos compartiendo un almuerzo de pasos, Javier nos contaba su historia, como junto a su familia habían logrado gestionar Soltepec poniendo el corazón de la hacienda en la cocina de su abuela “La More” fundadora de la cultura gastronómica de la hacienda.
El alma de Tlaxcala se encuentra en su cocina.










Javier saco a relucir platos que cobraron fama en la hacienda como la ensalada de hojas verdes y hongos de la Malinche, el mixiote de carnero, la gran sopa de tortilla y el pescado ensalzado, platos que la mismísima More, su abuela le preparaba a su abuelo, el hacendado.
Sabores y aromas provenientes de la Cocina típica Tlaxcalteca
Y el gran descubrimiento en ese abanico de sabores fue saber que sus ingredientes principales se obtienen de su campo, maíz, huitlacohe, hongos silvestres de la Malinche, nopales, y toda una variedad de yerbas que condimentan y dan forma a su característica sazón.






Los secretos de su gastronomía estaban en manos de su abuela, muy bien guardados para ser reproducidos en el restaurante de Soltepec.
Pero Javier que es una persona curiosa por naturaleza, se intereso con gran pasión en el pulque, y planto agaves por toda la hacienda a la vez que construyo el museo del pulque en Soltepec.









Luego de recorrer Soltepec, partimos para hacienda la Malinche, y a medida que el sol se iba retirando, la noche entraba a caer, y las cosas se empezaron a poner un tanto mas tenebrosas, entre te de Jengibre y gusanos de maguey, Javier comenzó a contarme todas las historias paranormales que rodeaban la hacienda la Malinche, y como quien no quiere la cosa empezamos a sentir en la nunca.
Esa misma noche me entere que solo había un huésped en la hacienda, un extranjero que tras pasar su primer noche en la Malinche decidió bajar al pueblo y no volver a dormir, a todo esto Javier me confesó que él no se atrevía a dormir en la Malinche.
Entonces no quedo otra alternativa que juntar coraje, para pasar la noche solo en la Malinche, una vez mas sonaba en mi cabeza esa voz que suele decirme, caramba otra vez en una situación tan particularmente cinematográfica.










Pero finalmente sobrevivimos a la Malinche, como en tiempos de niñez, tapados desde la cabeza a los pies, con los auriculares al palo metiendo Reggae, para disimular el miedasón que me daban todos esos espíritus dando vuelta en la habitación.