Somos animales de costumbre solía decir un buen amigo mío, y esta frase tan liviana y tan real, nos da una pauta de quienes somos y como vivimos.
Como nos definimos a nosotros mismos inmersos en la cotidianidad del día a día.
Por un lado las costumbres tienen un gran peso y afectan directamente el rumbo nuestras vidas. Ya que existe una especie de adicción a ellas, una vez adquiridas.
Buenas o malas las hacemos carne para luego repetirlas casi instintivamente, lo cual de alguna forma traza el rumbo de nuestra existencia.
En la cocina tenemos la oportunidad única de enfrentar el simple desafió alimentarnos, haciendo inca pie en el Como, teniendo la oportunidad única de combinar innovación con tradición, a través de los sentidos.
Tanto Respirar, alimentarnos y relacionarnos, define nuestro estilo de vida, ahora es necesario tomar conciencia del como lo hacemos y que tipo de costumbres estamos construyendo para que marquen nuestro ritmo de vida.

Y expresarlo en un plato, es un acto de amor para con nosotros mismos y los demás